martes, 12 de abril de 2016

El origen de la Escritura

Escritura
Fundamentalmente, la lengua gráfica o la lengua escrita ha de considerarse un fenómeno lingüístico inventado por la sociedad humana para reemplazar a la lengua oral o fónica, la escritura aparece necesariamente cuando la evolución socioeconómica de las poblaciones impulsa la creación de un código alternativo que sea eficaz en situaciones en las cuales la lengua fónica es insuficiente o directamente inútil.


Sin embargo el pasaje del lenguaje ágrafo al escritural tuvo una fase de transición: antes de la escritura propiamente dicha están los pictogramas y los grafismos, solo hace poco más de cinco milenios aparecen las primeras escrituras en Sumeria y en el antiguo Egipto.
Desde la psicología, Gordon Wells (1987) explora el concepto de lo escrito e identifica cuatro niveles de uso, que no se deben considerar exactamente funciones en el sentido lingüístico: ejecutivo, funcional, instrumental y epistémico.

El más básico es el ejecutivo, que se refiere al control del código escrito, a la capacidad de codificar y descodificar signos gráficos.
El funcional incluye la comunicación interpersonal y exige el conocimiento de los diferentes contextos, géneros y registros en que se usa la escritura.

El instrumental corresponde al uso de la lectoescritura como vehículo para acceder al conocimiento científico y disciplinario.

Y el epistémico se refiere al uso más desarrollado cognitivamente, en el que el autor, al escribir, transforma el conocimiento desde su experiencia personal y crea ideas.

Un sistema de escritura permite la escritura de una lengua. Si se refiere a una lengua hablada, como es lo normal y corriente, se habla entonces de "escritura glotográfica" pueden estar divididas en dos grandes grupos:

Escrituras fonéticas: Las escrituras basadas completamente en el principio fonético, en que cada uno los signos representa algún tipo de sonido de la lengua hablada. Dentro de este tipo de escrituras puede distinguirse entre:

Alfabetos: En los que cada signo (o la mayor parte de ellos) representa un fonema de la lengua. Esto no es del todo exacto, porque algunos sonidos se pueden representar mediante dígrafos y/o trígrafos. Este es el tipo de escritura usado para todas las lenguas europeas y un buen número de lenguas africanas, americanas, oceánicas, etc.

Abyades o consonantarios: En los que solo algunos fonemas tienen representación gráfica, usualmente las consonantes, por lo que no constituyen una representación completa. Estos sistemas resultan más económicos desde el número de signos a costa de ser parcialmente ambiguos, aunque el contexto elimina la mayor parte de esa ambigüedad, por lo que leerlos correctamente requiere conocer la lengua en que están escritos.

pseudosilabarios: Constituyen una refinamiento de los abyades, al introducirse una manera no ambigua de marcar la vocal del núcleo silábico, sin que en general se emplee un signo diferente y aparte de la consonante. Las escrituras etiópicas, las usadas en la India o el silabario cri son en
realidad «abúgidas» y no silabarios genuinos como frecuentemente se dice.

Silabarios: En los que cada signo generalmente representa una única sílaba, sin que exista necesariamante relación entre los signos de las sílabas que empiezan por el mismo sonido. La escritura ibérica es un ejemplo.

Escrituras ideográficas: Las escrituras basadas parcialmente en el principio ideográfico, en que algunos de los signos representan directamente un tipo de referente, un campo semántico, etc. En la práctica todas las escrituras plenamente desarrolladas que usan el principio ideográfico, lo combinan con signos que siguen el principio fonográfico. Ejemplos de este tipo de escrituras mixtas son:

La escritura china, y sus derivadas (sistemas de escritura del japonés por una parte y del coreano por otra). Varios de los signos jeroglíficos egipcios y cuneiformes pertenecen a este grupo.

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