Escritura
Fundamentalmente, la
lengua gráfica o la lengua escrita ha de considerarse un fenómeno lingüístico
inventado por la sociedad humana para reemplazar a la lengua oral o fónica, la
escritura aparece necesariamente cuando la evolución socioeconómica de las
poblaciones impulsa la creación de un código alternativo que sea eficaz en
situaciones en las cuales la lengua fónica es insuficiente o directamente
inútil.
Sin embargo el pasaje del
lenguaje ágrafo al escritural tuvo una fase de transición: antes de la
escritura propiamente dicha están los pictogramas y los grafismos, solo hace
poco más de cinco milenios aparecen las primeras escrituras en Sumeria y en el
antiguo Egipto.
Desde la psicología,
Gordon Wells (1987) explora el concepto de lo escrito e identifica cuatro
niveles de uso, que no se deben considerar exactamente funciones en el sentido
lingüístico: ejecutivo, funcional, instrumental y epistémico.
El más básico es el
ejecutivo, que se refiere al control del código escrito, a la capacidad de
codificar y descodificar signos gráficos.
El funcional incluye la
comunicación interpersonal y exige el conocimiento de los diferentes contextos,
géneros y registros en que se usa la escritura.
El instrumental
corresponde al uso de la lectoescritura como vehículo para acceder al
conocimiento científico y disciplinario.
Y el epistémico se
refiere al uso más desarrollado cognitivamente, en el que el autor, al
escribir, transforma el conocimiento desde su experiencia personal y crea
ideas.
Un sistema de escritura
permite la escritura de una lengua. Si se refiere a una lengua hablada, como es
lo normal y corriente, se habla entonces de "escritura glotográfica"
pueden estar divididas en dos grandes grupos:
Escrituras fonéticas: Las
escrituras basadas completamente en el principio fonético, en que cada uno los
signos representa algún tipo de sonido de la lengua hablada. Dentro de este
tipo de escrituras puede distinguirse entre:
Alfabetos: En los que
cada signo (o la mayor parte de ellos) representa un fonema de la lengua. Esto
no es del todo exacto, porque algunos sonidos se pueden representar mediante
dígrafos y/o trígrafos. Este es el tipo de escritura usado para todas las
lenguas europeas y un buen número de lenguas africanas, americanas, oceánicas,
etc.
Abyades o consonantarios:
En los que solo algunos fonemas tienen representación gráfica, usualmente las
consonantes, por lo que no constituyen una representación completa. Estos
sistemas resultan más económicos desde el número de signos a costa de ser
parcialmente ambiguos, aunque el contexto elimina la mayor parte de esa ambigüedad,
por lo que leerlos correctamente requiere conocer la lengua en que están
escritos.
pseudosilabarios:
Constituyen una refinamiento de los abyades, al introducirse una manera no
ambigua de marcar la vocal del núcleo silábico, sin que en general se emplee un
signo diferente y aparte de la consonante. Las escrituras etiópicas, las usadas
en la India o el silabario cri son en
realidad «abúgidas» y no silabarios
genuinos como frecuentemente se dice.
Silabarios: En los que
cada signo generalmente representa una única sílaba, sin que exista
necesariamante relación entre los signos de las sílabas que empiezan por el
mismo sonido. La escritura ibérica es un ejemplo.
Escrituras ideográficas:
Las escrituras basadas parcialmente en el principio ideográfico, en que algunos
de los signos representan directamente un tipo de referente, un campo
semántico, etc. En la práctica todas las escrituras plenamente desarrolladas
que usan el principio ideográfico, lo combinan con signos que siguen el
principio fonográfico. Ejemplos de este tipo de escrituras mixtas son:
La escritura china, y sus
derivadas (sistemas de escritura del japonés por una parte y del coreano por
otra). Varios de los signos jeroglíficos egipcios y cuneiformes pertenecen a
este grupo.
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