Mi Amada
Por un
momento te observé,
Por un
instante me miraste,
Tan
corto tiempo estuvimos juntos,
Mi
cuerpo a lado tuyo.
Maldijo
al destino
Que no
me hizo tuyo.
Ni tu
melódica voz,
Ni tú
hermoso nombre Escuché.
De tal
desconocida Me
enamoré.
Tus
ojos, tu pelo, Tu
boca, tus manos
Me
cautivaron.
No es
necesario que me hables
Para
caer a tus pies.
Más
como llegaste a mí,
Desapareciste.
No
sabré de ti, nunca más,
No podré
volver a verte.
Un
dolor sembraste
Dentro
de mí,
Que
cesará hasta olvidarte.
Pero ni
en un millón de años,
Dejaré
de agradecer el haberte visto.
Ahc.
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